Te invito a sentir a través de estas líneas, algunos instantes del camino de maternidad que he recorrido con Gabriela. Deseo que el eco del mar arrulle tu lectura y te transporte a la espera dulce y pausada, a la ilusión, al alivio, a la duda, al cansancio, a la felicidad…
Cada movimiento de Gabriela dentro y fuera de mi vientre me ha regalado un sinfín de emociones colmadas de gracia divina. No olvidaré, por ejemplo, sus pies tan pequeñitos bailando en la pantalla durante la segunda ecografía de mi embarazo.
Ser mamá de Gabriela, me permitió elevar aún más mi nivel de consciencia en cuanto a la importancia de ser, ante todo, mamá de mi misma, y por lo tanto encarnar y hacer frente a mi misión como escritora.